Estilo ecléctico en Bruselas, historia de un renacimiento

Fascinante y cautivadora… un tanto melancólica y bucólica, así podríamos describir esta vivienda de estilo ecléctico situada en el barrio de Ixelles, en Bruselas.

Una casa unifamiliar que fue un orfanato y un restaurante japonés se convierte en el singular hogar de Muriel Bardinet, diseñadora de interiores y propietaria de una fabulosa tienda de antigüedades, Dune 234, también situada en la capital belga.

Un espacio inundado de poesía y creatividad en una atmósfera muy particular, vestida con objetos y mobiliario que juegan al contraste y la armonía, para acercarse a un estilo ecléctico cargado de personalidad, historias y leyendas.

La forma de pensar de Muriel Bardinet, su filosofía y criterio estético se puede interpretar y entender gracias a una dicotomía inspiradora, en la que los objetos deben “discutir y acordar” para crear ambientes mágicos y sugerentes.

En una de las zonas más emblemáticas de Bruselas, junto a los estanques de Ixelles, rodeada de un entorno arquitectónico, artístico y cultural único, descubrimos esta casa encantadora, en la que los amantes del estilo ecléctico más auténtico, podríamos estar horas interminables observando cada detalle, descubriendo una historia escondida, imaginando un origen inusual y sorprendente.

Tras una intensa redistribución de los espacios, en la que incluso se cambió la ubicación original de la entrada, se esconde un paraíso, tras una puerta marrón, como una verdadera casa de campo, un lugar tranquilo desde el que se puede escuchar el canto de los pájaros, a tan sólo unos metros del barrio más bullicioso y animado de la ciudad.

Muebles rústicos, vintage y de mediados del siglo XX conviven en armonía junto a un exquisito jardín diseñado por la propietaria. La luminosidad inunda cada rincón de esta casa que bebe de distintas culturas y estilos decorativos, en un ambiente claramente familiar.