Riad Tarabel: las Mil y Una Noches en Marrakech

Dejamos atrás el verano, las temperaturas descienden ligeramente y se acercan puentes, festivos más o menos largos, ideales para escaparse a una de las ciudades más mágicas y encantadoras del continente Africano, Marrakech. Alojarse en un maravilloso Riad en el corazón de la Medina para perderse entre las callejuelas que serpentean la ciudad imperial. Recordar el cuento de las Mil y Una Noches… Descubrir la belleza de Marrakech… Recorrer el Zoco, sus olores, colores y tradiciones… Perderse entre la muchedumbre de la plaza Djemaa el Fna, donde se citan acróbatas, vendedores de todo tipo, bailarines, músicos, cuenta-cuentos… Por la noche, la plaza se transforma al llenarse de puestos de comida, convirtiéndose así en uno de los mayores y más variados restaurantes al aire libre.

Entre multitud de propuestas hoteleras, grandes y lujosos hoteles y pequeños establecimientos con encanto, destacamos los riads, edificios con historia, antiguas casonas con un patio central donde el agua es la gran protagonista. Una arquitectura delicada cuidada hasta el último detalle para sentirse en la paraíso.

En 2007, el Riad Tarabel abrió sus puertas para brindarnos la oportunidad de vivir en un cuento, entre refinados detalles propios de la cultura marroquí más elegante y armoniosa. Relajarse en su esplendoroso patio bajo árboles frutales, rodeados de perfumadas flores… atendidos delicadamente por el personal del Riad, un lujo para los sentidos!

El otoño, temporada de cambios, se presenta como el momento perfecto para visitar Marraquech, una de las cuatro ciudades imperiales de Marruecos, junto a Mequínez, Fez y Rabat. Fundada en 1062 por los almorávides, la ciudad posee el mercado tradicional más grande del país.

Una ocasión única para dejarse llevar y empaparse de la esencia de una gran ciudad, que aúna tradición y modernidad, artesanía y cultura en armonía con una historia de mil años de antigüedad.