InicioArquitecturaPabellón Mies van der Rohe homelifestyle febrero 14, 2019 Arquitectura, Arte, Ocio - Cultura, Viajes Barcelona es una de las ciudades más ricas en arquitectura del panorama europeo. Cuna del modernismo y la prolífica obra de Gaudí, sus edificios son visitados por millones de turistas al año que recorren media ciudad para disfrutar de la singular belleza de estas construcciones. Fuera del campo del modernismo, la ciudad cuenta con extraordinarios edificios de todos los estilos, entre los que destaca el Pabellón Mies van der Rohe, diseñado para la Exposición Universal de Barcelona de 1929. El Pabellón Mies van der Rohe es una auténtica obra de arte diseñado por el genial arquitecto germano-estadounidense, considerado una de las figuras más importantes de la arquitectura moderna. Está situado en la montaña de Montjuïc y fue construido con materiales de vanguardia, en acero, vidrio y diferentes tipos de mármoles de la mejor calidad. Concebido para albergar la recepción oficial de las autoridades alemanas que asistieron a la Exposición Universal junto al rey Alfonso XIII, se ha convertido en símbolo de una arquitectura inédita para la época. Mies van der Rohe escogió personalmente cada material y pieza utilizada para su construcción que contó con fondos ilimitados y plena libertad de expresión estética. El ónice dorado y el mármol verde alpino empleados para su diseño muestran la calidad de los materiales seleccionados, como elementos que aportan una singular belleza a la edificación. La aparente sencillez del Pabellón Mies van der Rohe esconde una gran complejidad arquitectónica totalmente revolucionaria. Los distintos espacios que lo conforman fluyen para crear una composición armónica y equilibrada que todavía inspira a miles de arquitectos del mundo, admiradores de la obra del autor. El agua del estanque juega un papel fundamental en el diseño del conjunto. Situado en una posición estratégica y presidido por la escultura Aurora de Georg Kolbe, es visible desde varios rincones de la estructura interior, como un elemento que se funde y se integra en el pabellón. Curiosamente, el Pabellón Mies van der Rohe que admiramos hoy en día es una reconstrucción perfecta del original, que solo se mantuvo en pie durante un año, ya que fue demolido en 1930. La impagable intervención de Oriol Bohigas propició que podamos disfrutar de una joya arquitectónica de esta magnitud, en pleno siglo XXI. ¡Descúbrelo!
