InicioEscapadasEscapada a la Costa Brava: paisaje, gastronomía y relax homelifestyle mayo 6, 2019 Escapadas, Gastronomía, Hoteles Cuando pensamos en publicar esta escapada, tuvimos muy claro cuales serían los lugares clave que queríamos presentar en nuestro primer recorrido por la Costa Brava, uno de los lugares más bellos del mundo, cuyos rincones, pueblos y playas nos seducen y sorprenden cada vez que la visitamos. Cualquier estación resulta ideal para recorrer este litoral catalán, el encanto que desprende siempre sorprende, atrapa e hipnotiza. En esta ocasión nos centramos en un tramo muy pequeño de la Costa Brava; la zona elegida ocupa toda nuestra atención para disfrutar durante dos días de la personalidad y exquisitas bondades que nos esperan. Tan sólo 1 hora 30 minutos separan la ciudad de Barcelona de la localidad de Palafrugell, población en la que encontramos un lugar mágico que desde Junio del pasado año se ha convertido en un restaurante que nos fascina. Hablamos del Far Nomo, ubicado en el Far de San Sebastià en Llafranc, faro mítico inaugurado el 1 de octubre de 1857, su luz recorre 32 millas náuticas para convertirlo en el más potente del litoral catalán, un proyecto conjunto entre Grupo Nomo y Mas de Torrent. La propuesta gastronómica planteada en esta increíble localización nos deja con la boca abierta. Fuera, en el jardín con las vistas al mar, o dentro, con una decoración y ambiente exquisitos, el Far Nomo presenta una gastronomía basada en la experiencia de los restaurantes de Grupo Nomo, con una representación de sus mejores y más recientes creaciones. El horizonte y paisaje mediterráneo, único en su especie, se funde con cada plato que degustamos. Una experiencia gastronómica imprescindible en un entorno envidiable y mágico. Tras la fabulosa comida, seguimos nuestra ruta un par de pueblos más hacia el norte y llegamos a la cala d´Aiguafreda. Situada entre Sa Tuna y Cap Sa Sal, lugares a los cuales se llega también mediante el camino de ronda que los une, la Cala de Aiguafreda es un pequeño rincón rodeado por un entorno natural privilegiado que ofrece al visitante la posibilidad de sumergirse en unas aguas transparentes y un fondo marino de una riqueza extraordinaria. Junto a la preciada cala se encuentra ubicada nuestra propuesta en alojamiento, un Hostal encantador llamado Hostal Sa Rascassa, inmejorable decisión. Construida como casa de vacaciones en 1916 cuando Aiguafreda era una cala privada, más tarde se convirtió en vivienda del vigilante de la cala, casa de colonias y, a partir de 1994, centro de buceo con restaurante y habitaciones, hasta que en 2002 Merche y Óscar, los propietarios, aterrizaron en Begur para cumplir su anhelado sueño. Desde entonces, regentan Sa Rascassa con la misma ilusión que el primer día. Él, ex-publicista y Merche profesional free-lance conectada al mundo editorial y de la decoración, nos acogen como a uno más de la familia y eso no tiene precio. Nuestra habitación desprende el encanto de la sencillez estudiada, acorde con el maravilloso entorno. Cada detalle, los materiales utilizados y un carácter acogedor y tranquilo, convierten nuestra estancia en una exquisita e inolvidable experiencia. Aprovechamos el fabuloso día que la primavera nos presenta para recorrer el “camí de ronda” hasta la cala vecina, una de las más bonitas de la Costa Brava, la cala “Sa Tuna”. La brisa marina despeja nuestros sentidos para hacernos disfrutar de cada peldaño del maravilloso recorrido. Por la noche cenamos en el restaurante del Hostal Sa Rascassa, en una sala exquisita que rezuma relajación y bienestar, con una propuesta gastronómica única. Platos cuidados, con buena presentación y mejor sabor. Tras una noche de merecido descanso, desayunamos en el hostal para organizar el siguiente día. Una vez más, la propuesta del Hostal y su entorno nos inspira para afrontar un nuevo día en el corazón de la Costa Brava. Es hora de partir, cogemos todo el material necesario y nos dirigimos hacia Tamariu, antiguo asentamiento de pescadores, en el que guardaban las barcas y utensilios de pesca. Nuevamente, la visita resulta enriquecedora, para completar una escapada de ensueño, ideal para desconectar y alejarse de preocupaciones y estrés y así volver con las ideas frescas y pilas recargadas a la gran ciudad. Un pequeño viaje mucho más que recomendable, casi imprescindible, para todos aquellos que como nosotros, disfrutamos de cada rincón, como una experiencia inolvidable. Fotografía: Maria Algara Regàs Conoce más ESCAPADAS HomeLifeStyle Hacer Comentario Cancelar Respuesta Su dirección de correo electrónico no será publicada. Nombre* Email* Sitio Web Código CAPTCHA * Comentario