Casa Alemanys: minimalismo histórico

En el corazón del Barrio Antiguo de la ciudad de Girona, uno de los más evocadores de Cataluña, encontramos la Casa Alemanys, una joya arquitectónica ubicada en la calle del mismo nombre. Se trata de una construcción excepcional al encontrarse delante de una de las antiguas puertas de la Muralla, la puerta Rufina, por lo que goza de unas vistas inigualables desde la casa hacia el convento de Sant Doménec, y desde éste hacia la casa, una extraordinaria panorámica de la Catedral al fondo, cuya nave de estilo gótico es la más ancha del mundo.

A pesar de la dificultad de determinar la antigüedad de los cuerpos edificados, la reforma más importante realizada en el edificio data del siglo XVI; posteriormente sufrió incontables rehabilitaciones, y piezas añadidas que se realizaron a lo largo del tiempo.

El conjunto consta de un cuerpo edificado y un jardín lateral con fachada a la calle. Un gran porche remata la fachada a calle y aparece como uno de los elementos más característicos del conjunto. En el patio, una vieja cisterna recoge el agua de lluvia de la cubierta. Antes de la reforma realizada por el estudio de arquitectura de Anna Noguera, el estado de la edificación amenazaba ruina.

La distribución respeta la lógica de la estructura existente para adaptarse a los nuevos requerimientos funcionales. En la crujía situada en la parte inferior del solar se sitúan los espacios más diáfanos, mientras que la planta de fachada a la calle, debido a su geometría y disposición de apertura, resulta la más adecuada para los espacios más pequeños. En la primera planta se sitúa una vivienda con salida al patio y al jardín, y en la segunda y tercera planta, otra vivienda dúplex, con la zona de noche situada en la planta inferior y el salón y la cocina en la superior, de modo que se aprovechan las extraordinarias vistas de la terraza cubierta.

La reforma se plantea como una búsqueda exhaustiva de las características intrínsecas de la construcción, por lo que fue necesario prescindir de los añadidos, elementos superficiales y reformas más recientes para mantener los elementos esenciales.

Desde el primer momento se pretendía que la intervención recordara la época en que la casa fue construida: en pleno siglo XVI, la vida resultaba austera y carente de lujos, por lo que la arquitecta y su equipo decidieron intervenir de forma minimalista, que se reduce a lo más esencial, como conexión con el espíritu de tiempos pasados, un diálogo entre lo nuevo y lo viejo.

De este modo se buscó la recuperación de la volumetría original. Un cuerpo añadido a la fachada principal en estado ruinoso, invadía el jardín y desfiguraba la volumetría de las edificaciones más antiguas, por lo que tras su demolición, lograron liberar las visuales y abrir el porche superior hacia el este y el jardín. En su lugar se ubicó un garaje, la cubierta del cual, queda a nivel del jardín y se muestra como un excepcional mirador hacia la Plaza de Sant Doménec.

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Gunnar Knechtel Photography, Spanien, Girona, Haus Alemanys 5, A

La rehabilitación de la Casa Alemanys se resuelve con pocos materiales: piedra, madera, hierro y hormigón, usados en sus colores y texturas naturales, para reforzar la idea de minimalismo y austeridad. Un mundo de sensaciones básicas generadas para gozar de los elementos primarios: la luz del sol, la sombra de los porches, el calor del hogar, la textura de los materiales y los reflejos del agua. Un mundo en franca armonía.

Muros de carga saneados, repicados y reforzados, cambios en algunas de las aberturas rematadas con marcos de acero cor-ten, paredes de piedra vista, techos recuperados o de nueva construcción conforman la nueva base de una reforma magistral.

En cuanto a los materiales que imprimen el característico sello y personalidad a la casa, cabe destacar el uso de la madera de roble macizo y las chapas de acero cor-ten para forrar algunas de las paredes bañadas en el punto de oxidación adecuado y barnizadas mate; recursos contemporáneos para un entorno con historia.

El porche superior o “badiu” es el elemento más característico de toda la edificación. La cubierta fue rehecha según los detalles de construcción tradicionales con soportes y remaches realizados con perfiles de acero, de modo que se muestra como una lámina inclinada desligada de sus muros de soporte, por lo que flota magistralmente por encima de la edificación. Su muro posterior se forra de acero cor-ten para enfatizar la profundidad de la visión que se percibe desde la plaza.

Antes de la reforma, la escalera estaba extrañamente situada en el centro de la edificación, invadiendo la crujía principal, por lo que la arquitecta pensó que esa no debía ser su ubicación original y decidió trasladarla. Este elemento actúa como rótula esencial a partir de la cual se origina toda la distribución. Tal decisión permite una distribución sin pasillos, donde los espacios fluyen y se generan nuevas visuales.

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La nueva distribución de los espacios permite la entrada de luz natural a todos los rincones de la casa.

El exquisito jardín, enmarcado por los altos muros de piedra, se formaliza en tres planos consecutivos: hormigón, hierba y agua. La zona pavimentada contigua a la casa está realizada de hormigón rebajado, cubierto por unos cables por los cuales se enreda la glicina. El plano de hierba, remachado con un perfil de acero, flota sobre el agua de la piscina que aparece como una balsa oscura y larga que desaparece reflejándose en el muro vecino.

La recuperación de la antigua cisterna del siglo XVI para el almacenamiento de las aguas pluviales y posterior uso para riego y piscina supone el 100 % de las aguas utilizadas para estas dos finalidades.

En definitiva, Anna Noguera arquitecta de la rehabilitación, consiguió proyectar y ejecutar una obra magnífica, eficiente y respetuosa en su esencia y el entorno que la rodea. Personalidad, comodidad y belleza para un edificio histórico compuesto por dos apartamentos exclusivos que se alquilan semanal, diariamente o por temporadas, para aquellos que ansían disfrutar de un espacio con encanto en una ciudad tan hermosa como Girona, la Florencia catalana, un paraíso por descubrir.

Casa Alemanys

Fotografía: Enric Duch

Arquitectura Anna Noguera

C/ Aragón 224 3º 1ª

Barcelona 08011

Tel/Fax: +34 934 520 454

Móvil: +34 670213411

Mail: annanoguera@coac.net

Web: www.annanoguera.com

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