En la confluencia de los ríos Rhône y Saône
descubrimos la capital de la región, Lyon,
ciudad romana con más de 2.000 años de
historia declarada Patrimonio Mundial de
la Humanidad por la Unesco desde 1998.
Ciudad universitaria por méritos propios,
capital gastronómica por derecho y centro
cultural e histórico por su vasto patrimonio
arquitectónico. El Vieux Lyon forma la parte
medieval y renacentista de la ciudad desde
donde podemos tomar el funicular que nos
acercará a la Fourvière, la colina en la que
se encuentra la Basílica de Notre Dame de
Fourvière, una de las iglesias más bellas de
la ciudad, y un mirador excepcional desde
donde se puede admirar las maravillosas
vistas de Lyon. Los dos anfiteatros roma-
nos que perduran al paso de los siglos y
la Presqu´île, península situada entre los
dos ríos que abrazan la maravillosa ciudad,
coronada por la Plaza de Bellecour, una de
las plazas peatonales más grandes del viejo
continente, merecen una mención especial.
Recorrer cada uno de los rincones de la
ciudad francesa, descubrir las huellas del
pasado en cada centímetro de sus calle-
juelas adoquinadas, asistir a uno de sus
emotivos festivales, citas ineludibles para
aquellos amantes viajeros que pretenden
disfrutar de unos días inolvidables.
Los amantes de la cultura gastronómica
descubrirán en Lyon, la cuna, el origen de
la afamada y aclamada “haute cuisine”,
cuyo capitán Paul Bocuse y su archico-
nocido restaurante L´Auberge du Pont de
Collonges nos deleitará con una cocina de
autor, fascinante y creativa… un placer para
los cinco sentidos.
Los Alpes urbanos
