Restaurante Gala, gastronomía mediterránea y exuberante surrealismo en el corazón de Barcelona

Desde hace unos meses, Barcelona cuenta con un nuevo templo gastronómico que sorprende por su puesta en escena y sus propuestas culinarias, basadas en la cocina mediterránea de producto tradicional, para comer o cenar, pero también un lugar para tomar el té en el patio alrededor de la fuente o disfrutar de unas copas en el club hasta bien entrada la noche. Este espacio, bautizado como restaurante Gala, ya se ha convertido en uno de los imprescindibles de la Ciudad Condal.

El restaurante Gala forma parte de Isabella’s Group, una aventura empresarial basada en el amor y el profundo respeto por la comida tradicional italiana y el producto mediterráneo que arrancó en Barcelona de la mano de Isabella Heseltine, y que actualmente lidera su hijo Marco Garí. El grupo cuenta con varios restaurantes, Isabella’s, Bella’s, Harry’s y Julieta’s en España así como el hotel Isabella’s House, en Barcelona y, en Oporto, el restaurante Valentina’s.

Gala hipnotiza, tan solo al cruzar sus puertas. Este proyecto destaca por su inspiración en el pasado surrealista de la Barcelona de principios del siglo XX, como una reinterpretación contemporánea que se inspira en la naturaleza, la forma, el color, y la alegría.

En el restaurante Gala cuidan los detalles al máximo, tanto en sus propuestas gastronómicas como en el ambiente diseñado por Quintana Partners, para hacernos disfrutar de una velada única e irrepetible, cargada de personalidad, teatralidad, autenticidad y arte.

Aunque se presenta como un restaurante de apariencia exuberante, su cocina es honesta y de temporada, gracias a sus platos creados a partir del producto de la tierra que adquiere todo el protagonismo.

Josep Maria Masó, el chef ejecutivo de Isabella’s, ha desarrollado una propuesta de base mediterránea que reivindica lo local reuniendo tradición y modernidad y defendiendo la idea de que la influencia de la cocina del país como uno de los principales activos de los barceloneses.

Entre otros platos, podemos degustar de guisos como las judías de Santa Pau con chipirones o los garbanzos con calamares; carnes como el Solomillo Rossini o los míticos Macarrones de la Nona, propuestas que conviven felizmente con una barra de sushi muy bien surtida para degustar por las noches.

Atrevidos y singulares, en el restaurante Gala también ofrecen una selección única de vinos, perfectos para maridar con cada plato y una carta de cócteles especialmente diseñados para disfrutar de una jornada completa desde el mediodía hasta la noche cerrada más exclusiva de la ciudad.