La historia de Cartier: joyero de reyes, rey de joyeros

La historia de Cartier, una de las firmas icónicas de alta relojería y joyería es la historia de una familia, una dinastía que empezó su andadura de forma humilde, para encumbrarse, con el paso de los años, como una de las joyerías y relojerías más admiradas del mundo.

La historia de Cartier comienza con Louis-François Cartier (1819-1904), patriarca y fundador de la Maison francesa, quien empezó como aprendiz de Adolphe Picard, en el taller que éste regentaba en la Rue Montorgueil, en el corazón del barrio de Les Halles de la capital francesa, negocio que continuó tras el fallecimiento de su maestro, en 1847.

La historia de Cartier

Pocos años después, en 1856, y gracias a la princesa Matilde, -prima del emperador Napoleón III- que compra por primera vez una pieza Cartier, la Maison adquiere merecida fama en la alta sociedad parisina y en la élite internacional.

Décadas después, el maestro joyero confió en su hijo Alfred y sus nietos Louis, Pierre y Jacques para continuar con la tradición familiar y profesional, aportando una nueva visión y perspectiva de negocio, tanto en la expansión internacional como en la propuesta de productos.

Boutiques insignia

La historia de Cartier

A finales del siglo XIX y con el negocio en pleno florecimiento, Cartier inauguró la que sería la boutique insignia de la firma en una de las calles más lujosas de París, en el número 13 de la Rue de la Paix, la prestigiosa avenida que une la Place Vendôme y la Place de l’Opéra.

En 1902, Pierre Cartier (1878-1964) uno de los nietos de Louis-François Cartier, abre la primera sucursal de la capital británica, en el número 4 de New Burlington Street, coincidiendo con la coronación del rey Eduardo VII, monarca con el que se estableció una fructífera relación y quien dijo de Cartier que era “rey de joyeros y joyero de reyes”.

A partir de entonces, la Maison francesa se convierte también en el proveedor oficial de las cortes de España, Rusia, Siam, y muchas otras.

Nacimiento del primer Cartier Santos

En 1904, Louis Cartier, hermano de Pierre y Jacques, diseña el famoso Cartier Santos-Dumont, tras el encargo de su amigo, el aviador brasileño Alberto Santos-Dumont, quien le pide una solución para sustituir su reloj de bolsillo, poco funcional para pilotar un avión.

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Cartier-Santos

Cartier Santos

Entonces nace el primer reloj de pulsera para hombre, una pieza que, tras más de 100 años desde su creación, y con sus características formas geométricas y sus tornillos, sigue siendo uno de los grandes iconos de la marca y uno de los hitos más relevantes de la historia de Cartier.

Tan solo cinco años después, en 1909, Pierre Cartier se aventura a cruzar el Atlántico para establecer en Nueva York, la primera filial del Nuevo Continente, en la Quinta Avenida. Fue en ese momento cuando Jacques, el pequeño de los hermanos Cartier asume la dirección de Cartier Londres, que se había trasladado desde su dirección original al 175-176 de New Bond Street, de la capital británica.

Relojes icónicos de Cartier

Cartier-Tonneau

Cartier Tonneau

Durante estos años de expansión, la firma empieza a desarrollar algunos modelos que se han convertido en auténticos iconos de la alta relojería, como el Tonneau, diseñado en 1906, el Tortue y el Baignoire, creados en 1912.

Cartier-Tank

Cartier Tank

La Primera Guerra Mundial también jugó un papel fundamental en la etapa creativa de Cartier, ya que en 1917 se presentó uno de sus relojes más legendarios, el Cartier Tank, un modelo inspirado en la forma del tanque francés Renault FT17, una pieza que ha definido los estándares y el estilo característico de la Maison. Esta pieza esencial y todas las versiones que se llevaron a cabo durante décadas, ha sido lucida por personajes y celebridades tan relevantes como Clark Gable, Ingrid Bergman, Andy Warhol y Muhammad Ali, entre muchos otros.

Cartier-Crash

Cartier Crash

Otro de los relojes icónicos de la prestigiosa firma fue diseñado en la década de los 60, tras la Segunda Guerra Mundial, una pieza original y sorprendente inspirada en las obras de uno de los artistas más ilustres de la época, el surrealista Salvador Dalí, bautizado con el nombre de Cartier Crash.

Cartier y La Pantera

Jeanne Toussaint

La pantera ha sido un motivo recurrente en el diseño de joyas y relojes de Cartier. A principios del siglo XX, el característico estampado de pantera aparece por primera vez en un reloj de pulsera de mujer, como una marca referencial de la firma, que fue elevada a auténtico icono gracias a Jeanne Toussaint, joyera y diseñadora de moda francesa nacida en Bélgica nombrada directora creativa de Cartier en 1933.

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Su influencia en la alta sociedad parisina y su capacidad creativa la llevó a diseñar piezas de alta joyería con el símbolo de la pantera, como eje vertebrador y sello identitario de Cartier.
Tras el fallecimiento de Louis Cartier, en 1942, Jeanne Toussaint sigue como directora creativa de la firma, hasta 1970. Apodada como La Pantera, la diseñadora aportó su visión más extravagante a sus creaciones, sin perder la esencia y estilo que se identifica con Cartier.

Una nueva etapa para Cartier

A partir de 1964, tras el fallecimiento de Pierre Cartier, el resto de miembros de la familia decide poner a la venta el negocio, que fue adquirido en distintas etapas, a partir de 1972, por un grupo inversor dirigido por el industrial Robert Hocq y asistido por el financiero Joseph Kanoui, empresa floreciente que incluía a la familia Rupert de Sudáfrica, los fundadores de la creciente dinastía Rothman / Richemont.

Esta venta provocó la reorganización y la reunificación de la empresa para convertirse en Cartier World.

La historia de Cartier más reciente: creatividad y compromiso

Incluso tras la venta, Cartier nunca perdió su capacidad creativa; en 1985, se incorporó a su catálogo de relojes de alta gama el espectacular Cartier Pasha y en 1996 rediseñó el Cartier Tank, con una nueva versión conocida como Cartier Tank Française.

Cartier-Tank-Francaise

Reloj Tank Française

Ya en el siglo XXI, pudimos disfrutar del lanzamiento del Roadster en 2002 y el Ballon Bleu en 2007, además de la ampliación de las colecciones Santos Tank.

Cartier-Ballon-Bleu

Reloj Ballon Bleu

Además, la Maison puede presumir de ser una marca comprometida y consciente al adherirse a tratados tan relevantes como la adopción del Proceso de Kimberley, destinado a acabar con el comercio de diamantes de sangre procedentes de zonas de conflicto, de participar en la creación del Responsible Jewellery Council (Consejo de Joyería Responsable) o de crear la Cartier Charitable Foundation, bautizada más adelante como Cartier Philanthropy, una fundación que trabaja con el objetivo de mejorar la vida de aquellas personas más vulnerables, especialmente las mujeres y los niños que viven en las regiones menos desarrolladas del mundo, entre otros proyectos filantrópicos de gran relevancia.

Sin duda alguna, la historia de Cartier y su legado en el sector de la alta joyería y relojería siempre ha gozado de gran relevancia y prestigio, para dar forma al mundo del lujo más exquisito e innovador.

Una historia que continúa escribiéndose día a día.