InicioArquitecturaLa casa de Xavier Corberó, una gran escultura hecha vivienda homelifestyle noviembre 16, 2018 Arquitectura, Arte, Casas, Diseño La pequeña localidad de Esplugues de Llobregat, a las afueras de Barcelona, esconde un gran tesoro desconocido por muchos, la casa de Xavier Corberó, prestigioso escultor recordado por haber diseñado las medallas de los Juegos Olímpicos de Barcelona 92. Xavier Corberó nació en la Ciudad Condal y estudió en la Escuela Massana de Barcelona y en la Central School of Arts and Crafts de Londres, para trasladarse posteriormente a la Fundación Medici de Lausana, lugar clave de su formación artística, gracias a la que recibió incontables premios a su carrera. Algunas de sus obras están expuestas en el MoMA de Nueva York, el Stedelijk Museum de Ámsterdam y el Victoria and Albert Museum de Londres. Aunque los museos más importantes del mundo exponen sus obras, es en Esplugues de Llobregat donde podemos descubrir su gran obra maestra, la casa de Xavier Corberó, concebida como una gran escultura de cinco plantas laberínticas que se articulan entorno a un patio interior de forma hexagonal, en la que se esconden más de 400 obras del artista barcelonés. La casa de Xavier Corberó empezó a construirse en 1968, en uno de los barrios de la pequeña localidad catalana, rodeada de masías antiguas que flanqueaban la Parroquia de santa Magdalena, una obra de arte en sí misma, conservada en la actualidad por Maria Dolors Rica, su viuda y única inquilina del espectacular monumento. La casa de Xavier Corberó, construida esencialmente en cemento y madera, refleja la auténtica personalidad del artista, de apariencia imponente y fondo cálido y entrañable, quien consiguió conquistar las Américas, especialmente en Nueva York donde se labró un nombre y reconocimiento entre los más grandes. La luz que se filtra por los ventanales y se reflejan en paredes y objetos cuidadosamente amontonados crean un hipnótico efecto caleidoscópico que añade belleza y singularidad a cada espacio, como si se tratara de un espectacular laberinto de amplias estancias comunicadas por arcos y puertas correderas de madera que permiten aislar cada ambiente o mostrar fabulosos espacios diáfanos. En distintos puntos de la casa de Xavier Corberó se pueden encontrar algunas de sus esculturas fabricadas, en su gran mayoría, en mármol y basalto, un conjunto arquitectónico, que merece la pena ser recordado por todos los amantes de cualquier disciplina artística, creadas de forma poética por uno de los más grandes escultores de todos los tiempos. Fotografías: Salva López